Sunday, February 2, 2014

Salir del poder

Algunos toman un avión; otros dimiten o aceptan la sanción social, otros mueren peleando o se aferran cual garrapatas hasta desangrar al cuerpo social y el propio...

Por: CARLOS OGANDO | Presidente Región Manhattan Norte, Ex-presidente de la JRD, PRD de Nueva York.

Hay formas diferentes de salir del escenario cuando su pérdida es inevitable. Algunas honorables, otras deshonorables; algunas tardías, otras oportunas para evitar pérdidas inútiles. Unos se suicidan; otros toman un avión; algunos dimiten o aceptan la sanción social, otros mueren peleando o se aferran cual garrapatas hasta desangrar al cuerpo social y el propio.

Nunca es fácil salir del escenario; sabe a derrota, a deshonor aunque se haga honorablemente.

La actitud depende de la calidad moral de los lideres, de su sentido de responsabilidad histórica.

Las garrapatas se meten de tal forma en el cuerpo social que son inmunes a su propio fracaso. Son los últimos que se dan por entendidos y entonces prefieren hundir la sociedad entera con ellos. Para Miguel (el moraito) el PRD no merecía ganar el gobierno si él no podía alcanzar la presidencia nacional, y prefirió sepultar nuestro partido bajo la oposición antes que permitirnos el triunfo. Gadafi y El Asad prefirieron sepultar sus países bajo escombros antes de abandonar el poder. Para Hitler Alemania no merecia permanecer como nación si no podía alcanzar la victoria.   

Otros tienen la sabiduría suficiente para aceptar su fracaso antes de sacrificar a toda la población. O prefieren el deshonor personal al colapso colectivo. Boabdil, el rey moro que entregó Granada al rey Fernando, prefirió quedar como cobarde para la historia cuando la alternativa era resistir hasta morir todos los pobladores del último reino moro en España. Su propia madre crearía su fama: "Llora como mujer lo que no supiste defender como hombre". 

Mas, de hombres es también entregar la presidencia de su partido cuando el rechazo de una mayoría y la pérdida de legitimidad y legalidad hace inevitable el colapso. El propio Miguel Vargas y su mujer crearían su fama de traidor: “Cuando el negocio de las corbatas azules, Cuando Angelita por la redes sociales mandaba a votar por el candidato del partido de la competencia, cuando en plena campaña presidencial dijo yo no soy barrendero ni mensajero, cuando dijo yo no me monto en una patana con el candidato y ahora conocemos que vendió por 15 millones de dólares a más de dos millones de votantes, a quienes ahora mendiga su apoyo para continuar sus negocios”. La salida oportuna es un don de buen liderazgo. Hay líderes honorables que aceptan su fracaso y asumen la responsabilidad de sus cargos aun sin tener culpa de los errores cometidos y al menos dimiten. Emparan preguntó al pueblo si quería que él siguiera mandando y, como la multitud dijo "No", respondió "Entonces yo tampoco quiero mando".

Cuando en un partido una mayoría abrumadora se resiste a un presidente ilegítimo, aferrarse a seguir dirigiendolo sólo genera costos que la historia le debitará. como saldra Miguel Vargas de la presidencia del PRD?

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