El clientelismo de los funcionarios del pld es un obituario más en el ataúd de la muerte.
Por: CARLOS OGANDO | Presidente Región Manhattan Norte, Ex-presidente de la JRD, PRD de Nueva York.
La pasividad impune contra
la delincuencia de los funcionarios peledeístas de ayer y de hoy es la
principal característica de este modelo de hampa-gobierno, donde vivimos bajo
el monopolio del poder que usa la justicia para proteger los funcionarios mas
vinculados a la corrupción y esta conducta luce como un indecoroso acoplamiento
patológico entre los malandros con el patán. Esta abrupta armonía facilita una ruptura
que confisca la seguridad de nuestra patria: Inseguridad ciudadana, impunidad y
clientelismo con licencia para para todo.
Ser parte del Gobierno
y PLD no lo obliga a callarse frente a los abusos del poder a menos que usted
se sienta cómplice o beneficiario de esto. La antigϋedad de las practicas
corruptas no las justificas, precisamente por viejas es que no debemos hoy, dejarlas
impune. Como es verdad que usa el pasado para tapar el presente, este es un
gobierno de mafias de Impunidad y de muchos cómplices.
Hoy día esta pasando
por nuestro país La Plaga Morada por recomendación del fortachón Leonel Fernández y se hace
efectiva tras una consolidada conchupancia hampa-gobierno, y debido a esta
tragicómica unión ahora hay que seguir con los juicios populares a nivel
nacional y el exterior; donde los villanos de la plaga morada roban a diestra y
siniestra al pueblo. Pensemos: desde el primer día de su llegada al poder, el
patán corrupto, muestra una conexión infalible con la delincuencia, a quien
considera su principal brazo armado y hasta le concede indultos, mientras al
pueblo lo mantiene en una penosa agonía.
En este momento
crítico el eslogan "Corregir lo que esta mal, Continuar lo que esta bien,
Hacer lo que nunca se hizo" es sólo una novela perversa de angustiosa
desorientación, hambre, donde la falsedad se erige como una letal escultura, cuyo
artificio mediocre causa un desasosiego en el desprotegido ciudadano que
evidencia el conflicto con desmesurado pesimismo; y dentro de su gran tristeza
siente que la violencia no se detiene, no se demora y de un solo empellón la
inseguridad le arrebata la vida. Por eso tiene tan hondo sentido la oración
litúrgica: "Líbranos, Señor, de todos los males". "Pasados,
presentes y futuros, líbranos del PLD", habría que decir... De que la vida ya
vivida se nos vuelva auténtica, porque la vida es irreversible. Reflexionemos: La
corrupcion, La inseguridad, la impunidad, el clientelismo de los funcionarios
del pld son un obituario más en el ataúd de la muerte.
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