Sunday, April 27, 2014

Año catorce

Podemos emprender una nueva campaña admirable por la libertady la pobreza

Por: CARLOS OGANDO | Presidente Región Manhattan Norte, Ex-presidente de la JRD, PRD de Nueva York.


El Ex-Presidente Leonel Fernández ausente, cuando vuelve de su viaje por un rato, aparece cual Mefistófeles regresando a cobrar las almas vendidas. 

¿Mientras tanto? Sus acólitos agotan el tesoro público otorgando regalos del Estado para intentar cobrar más almas entre los pobres y con divisas las de los ricos.
 

¿Mientras tanto? La República se desintegra en facciones internas y motivos mezquinos, pillando el producto de todos; bandoleros arrasando los caminos. ¿Qué diferencia hay con el terrible año de 2010 y 2012?, ninguna. La paradoja de la dictadura popular, con su lema de combatir la pobreza, que se autodenomina dictadura boschista-peledeista: No es una lucha por la libertad y la pobreza sino por la sumisión y la entrega a poderes y mercenarios de otro partido y extranjeros; es una guerra contra la propia República. 

En medio de una guerra interna absurda, el país pretende sobrevivir. Las empresas liquidan sus haberes e intentan transformarse bajo los ropajes de la nueva realidad dictadura boschista-peledeista; los comerciantes realizan anticipadamente la devaluación que esperan para el próximo año y temen los arrasará; los ciudadanos se deprimen y ceden al arbitrio de facciones manejadas desde el partido del pld donde espera negocia el déspota que ha vendido la patria a otros poderes y mercenarios. 

Todos nos preparamos para otro año terrible, provocado por simple voluntad del mal por el mal mismo. ¿Qué ganan con tanta destrucción? El poder, sin duda, pero ¿de qué les valdrá el poder en un país asolado por su codicia y ambición? 

Nos queda lo de siempre: reponernos, reagruparnos alrededor del líder Hipólito Mejía y de los líderes regionales que podrían sacarnos del año dieciséis y diecisiete hacia la nueva República. Sólo tienen futuro las revoluciones por la libertad y las derrotas son oportunidades sólo cuando hay voluntad de victoria y se mantiene el esfuerzo tras la liberación. Podemos abandonar, irnos, someternos; pero también podemos emprender una nueva campaña admirable por la libertad. Es la decisión histórica que convierte a los ciudadanos en héroes. 
Difícil pero posible como toda gesta heroica. 

Sunday, April 20, 2014

Buena nota

La energía de la esperiencia sincera se renueva, se incrementa y ella es una fuente de retroalimentación.


Por: CARLOS OGANDO | Presidente Región Manhattan Norte, Ex-presidente de la JRD, PRD de Nueva York.

Dominicano este domingo es sólo una muestra. El camino es el de la buena nota. La energía de la esperiencia, la sinceridad, suficiente arraigo, ascendiente y respeto ganado, que concite la confianza y respaldo de los sectores que deberán confluir en una unidad de propósitos para desalojar de una vez y por toda al PLD del poder, liberando el espíritu alegre y positivo de los dominicanos. Bienvenida la buena nota. Si nos proponemos lo hacemos. Demasiado tiempo entre las corrupción, las sombras y el monótono color de la sangre coagulada. 

El mensaje y su expresión todavía pueden mejorar. Desarrollar técnicas del discurso persuasivo, sincero en lugar de la retórica engañosa del regente mentiroso. La Convergencia de la Unidad y sus aspirantes a candidatos tienen ideas muy fuertes que deben preceder o iniciar los discursos, servir de estribillos. Las ideas fuertes se repiten, se abomban. Hay inflexiones de voz, tonos y mensajes que incentivar; mucho trabajo de retroalimentación en una doble relación orador-audiencia, líder-seguidores. 

Pero el énfasis espontáneo no está en la retórica sino en el movimiento, la energía de un líder que asume la voluntad de crear un país posible con habitantes sin miedo y sin amenazas; de buena nota, estimulados por la acción misma que es más agradable al ser humano que el ocio vinculado a la limosna. 

La energía de la esperiencia sincera se renueva, se incrementa y ella es una fuente de retroalimentación. Nos permite esperar que se contagie generacionalmente hasta aquellos jóvenes encargados de respaldar los resultados del 2016. Ellos también quieren seguridad de vida, estabilidad institucional, paz nacional. Si la voluntad colectiva es respaldada por la voluntad democrática de quienes en última instancia garantizan la instituciones y la Constitución, la gesta y el triunfo de David sobre Goliat es más que posible, altamente probable. 

Las ciencias contemporáneas del comportamiento humano han confluido en uno de los elementos fundamentales para el éxito: La actitud. Mucho depende de la actitud. Una actitud guerrera y revanchista puede llevar una sociedad entera hasta el descalabro; una actitud buena nota, a la vez liviana, responsable, cinsera y emprendedora, puede rescatarla del borde del abismo y regresarla hacia la salud pública y una vida buena. 

Sunday, April 13, 2014

Las groserías por contagio

Expresan las emociones hostiles que esta pseudo democracia ha cultivado


Por: CARLOS OGANDO | Presidente Región Manhattan Norte, Ex-presidente de la JRD, PRD de Nueva York.

Una señora mayor cruzaba por el paso de peatones con su luz verde. El motorizado que apareció de pronto entre los carros detenidos le gritó cuando casi se la lleva por delante: "Quítate vieja h....".

La señora se quedó paralizada viéndolo y las lágrimas empezaron a rodar por sus mejillas. El motorizado la esquivó y siguió su camino. Y el comandante Ulises que observó la escena se puso a llorar con ella, por ella, por él y por su país, donde no sólo se ha perdido el respeto y la consideración por los mayores, sino donde el insulto y la grosería es la forma de comunicación generalizada.

¿Por qué una grosería nos afecta de tal modo? ¿Cómo puede el lenguaje tener un efecto tan contundente y herir tanto como una agresión física? Quizá nadie sepa cómo sucede eso exactamente, pero es universalmente aceptado que el insulto es una forma de maltrato psicológico que puede ser hasta más grave que el físico.

Tanto peor es el hecho cuando son las autoridades quienes ofenden diariamente a los ciudadanos. Desde 2004, los dominicanos hemos sido sometidos a ese tipo de maltrato. Y esta conducta es emulada por cualquier presidente de partido aliado, dependiente o dominante, que se siente autorizado a insultar a la oposición dominicana. El contagio, por supuesto, no cesa allí; alcanza a todos los ciudadanos quienes devuelven insulto con insulto hasta que ya no saben hablar sin groserías. El léxico dominicano se ha reducido a cuatro o seis groserías que parecen expresar todos los significados posibles. En realidad sólo expresan dos cosas: las emociones hostiles que esta pseudo democracia ha cultivado (rabia, odio, desesperación, resentimiento) y la degradación moral y aniquilación cultural de nuestra nación. 

Para empezar a componer este país y salvar a nosotros mismos, empecemos por rescatar el lenguaje. Quizá una manera de distinguirse del motorizado o los gobernantes soeces que nos maltratan y atropellan sea no decir groserías.
Empecemos por allí. Intentémoslo.


Sunday, April 6, 2014

Convergencia: Unidad democrática

La propuesta: un diseño del país que queremos y que sabemos podríamos tener

Por: CARLOS OGANDO | Presidente Región Manhattan Norte, Ex-presidente de la JRD, PRD de Nueva York.

La Convergencia de la Unidad Democrática es un hecho notable en este momento de nuestra historia cuando las prácticas democráticas de pluralidad y competencia política debilitan cualquier posición alternativa al despotismo. Frente a éste, la pluralidad política divide y genera desventaja frente al monoteísmo oficial. 

Los acuerdos sobre los candidatos que representarán a la mayoría demócrata en las próximas elecciones presidenciale, más las elecciones congresuales y municipales, han dado la mejor solución posible al problema. Deliberar y acordar son también prácticas democráticas y además mantienen la pluralidad y la competencia.

 Pero ese no es el único mérito de la convergencia. Más importante es incluso el acuerdo sobre una propuesta programática que servirá de base a una agenda congresual y municipal que llevarán adelante todos los partidos y candidatos que lleguen al Congreso y a los Municipios. Esa propuesta es notable. Lo primero que llama la atención es que constituye un diseño del país que queremos y que sabemos podríamos tener si no fuera por la demencia de unos gobernantes que se empeñan en llamar sólo a la ditadura y a la muerte. 


Parte de esta agenda podía incluir los siguientes puntos: 1- Derogación de la sentencia del Tribunal Constitucional 168-13, del 23 de Septiembre 2013, que excluye de la ciudadanía a los dominicanos/as descendientes de haitianos. 2- La Ley de Partidos Políticos. 3- La Ley Electoral que establezca certámenes electo reales transparentes, que prohíba el uso de los recursos del Estado para el financiamiento de la campaña electoral, tal como lo realizo el partido de gobierno en la última campaña electoral. 4- La Ley de Reajuste Salarial. 5- Reclamo para el adecentamiento de la Justicia empezando porque se cumpla el sometimiento a la justicia realizada por Alianza País contra Leonel Fernández y los múltiples funcionarios corruptos que han sido acusados. 6- Desarrollar una política de defensa de los intereses de la comunidad dominicana viviendo en el exterior.    

Es un programa que tiende a la reconstrucción del país en armonía, sin exclusiones y con la cooperación y esfuerzo de todos. Es una agenda que no ve un país dividido, que no crea frentes ni enemigos. Todos queremos libertad, igualdad, seguridad y esta proposición nos dice cómo rescatar esos valores perdidos. Es una proposición que abre el futuro y lo hace posible. Sin ingenuidad pues requiere el esfuerzo continuado de quienes se han ofrecido para iniciar la reconstrucción del país en el próximo período presidencial, congresual y municipal; y de nosotros que debemos aprender a seguirlos y apoyarlos. Y lo más notable de esa proposición es que es un documento que pretende guiar el comportamiento de los actores democráticos durante varios años. Esperamos que quienes han participado en ese arduo proceso de unidad sepan hacer honor al producto conjunto y mantengan la línea de la unidad democrática.