Un presidente que quiera retrasar la fecha de
la convención mediante tácticas dilatorias para robarse un partido no merece ser el responsable de dirigir un partido como el PRD. La
incapacidad de quienes ocupan por la fuerza la Casa Nacional del PRD es la
única causa de que hoy las familias perredeístas estén pasando más trabajo que
nunca. Sus conchupancias, sus guisos y su fascinación por el poder han hecho
que dejen de lado incluso a quienes todavía esperan algo de ellos, por el
simple deseo de mantenerse aferrados al poder y seguir saqueando el dinero que
le da la JCE al partido.
“Si el que resulta candidato del PRD no está revestido de
una legitimidad incuestionable estaríamos estableciendo las bases para una
fragmentación de todo el espectro opositor que solo favorece al PLD y su
candidato en el 2016”.
Es imposible no sentir indignación ante
la cara dura de este presidente moraito, que inventa cortinas de humo cada vez
peores, como si los perredeístas no tuviera clarito desde hace rato quiénes son
los responsables del desastre que vivimos en el partido. Pero es reconfortante
ver día a día cómo nuestra gente ya no se deja robar las esperanzas. Cada vez
somos más quienes queremos un país de progreso, pero también son cada vez más
los que desde ahora tienen claro que debemos construirlo entre todos.
Como parte de este liderazgo nacional, que
encabeza el ex-presidente del país Hipolíto Mejia Dominguez, de esta nueva manera de hacer política, hecha
de la mano con la gente y poniendo por encima las soluciones, me lleno de
fuerzas cada vez que veo que alguien insiste en salir adelante, a pesar de
todos los obstáculos que pone la realidad y la crisis a la que nos han llevado
las equivocaciones de esos que han utilizado el partido de nuestro país como si
fuera su chequera.
Lo he dicho antes y lo vuelvo a decir: el país ya cambió.
Es algo que quedó demostrado el 20 de mayo del 2012 y que se reafirma cada día,
cuando más dominicanos se incorporan al Proyecto República Dominicana, este
camino de progreso, de futuro, de gente que sabe que en las condiciones
actuales sólo los hampones pueden cumplir sus metas a sus anchas.
Pero ese país que trabaja, ese país honesto que empuja hacia adelante y no
se deja amilanar por el chantaje de los poderosos está ahí. El campesino que
quiere producir está ahí, dispuesto a contribuir con el futuro de todos. La
muchacha que quiere estudiar educación está ahí, con ganas de que su vocación
sirva para formar a los niños en libertad y democracia. La pareja que quiere
fundar un hogar y empezar una familia está ahí, queriendo compartir sus sueños
con la tierra en la que nacieron. Y la madre trabajadora y el joven empresario
y la mujer echada para adelante, y el abuelo que quiere compartir su
experiencia con los jóvenes que están empezando a formarse para la vida, y los
que sacan adelante sus negocios con honestidad o quien sueña con poder ahorrar
también están ahí. Todos desean un país mejor y ninguno está dispuesto a que la incompetencia y la corruptela del partido de gobierno y
de Miguel el moraito los detenga.
El moraito en cuatro años en la
presidencia del PRD sólo ha aprendido a producir una cosa: miedo. Pero ya hasta
eso lo importan del partido en el gobierno. Nuestra indignación, nuestra
molestia y nuestra insatisfacción se reflejará en la convención de febrero del
2014. Vamos a derrotar a quienes roban a los perredeístas. A este modelo
fracasado le llegó su final y ese día se lo haremos saber. Somos demócratas, no
somos unos violentos aventureros.
Olvídense de los insultos y las
descalificaciones de un presidente moraito que no tiene moral ni siquiera para
corregirse puertas adentro. El voto es nuestra manera de hacerles saber que su
periodo especial se acabó, que ha llegado el final de su farsa y que este país
quiere crecer y dejar de ser víctima del capricho de unos políticos mediocres y
corruptos.
Por eso cada uno de nosotros debe mantener sus fuerzas y
sus ganas de trabajar por el partido porque, cuando el PRD tenga el presidente
que merece, esa misma fuerza será parte vital para que le demostremos a quienes
salgan del poder que este partido es mucho más que un rehén de sus chantajes.
En febrero del 2014 vamos a decidir entre dos caminos. Uno ya lo conocemos
y lo estamos padeciendo: miedo, traición,chantajes, amenazas y políticas
mediocres e ineficaces. El otro es Proyecto República Dominicana donde está
toda esta gente que trabaja por el país y por el partido que quiere, merece y
puede tener.
Yo estoy contigo en ese proyecto de
progreso para todos. ¡Que nada te detenga en la convención! ¡Seguimos Juntos!
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