Sunday, November 17, 2013

DEMOCRACIA DOMINICANA SIN APOYO

Por: CARLOS OGANDO | Presidente Región Manhattan Norte, Ex-presidente de la JRD, PRD de Nueva York.


La democracia en República Dominicana se encuentra en el descrédito social por los resultados, por las condiciones en las que opera y es manejada por los Gobiernos del PLD. “Quieren ser reconocidos con bombos, platillos, cámaras, entrevistas y rescatar la popularidad a costa de una víctima inocente el pueblo”. Son ciudadanos que plantean su vida pública solo sobre la defensa de sus derechos y con muy poco compromiso para con sus obligaciones.   

Nunca tanto como ahora, la economía dominicana había mostrado tan fuertes signos de una sociedad sumida en las crisis, donde los gobiernos del pld e instituciones no aportan las soluciones de un conjunto social que registra la insatisfacción sobre un régimen que no ha brindado los resultados esperados.
La pobreza y la desigualdad, la inseguridad, la delincuencia y la corrupción son elementos que respaldan una insatisfacción ciudadana que se hace más presente; este fenómeno de descrédito democrático no es privativo de Dominicana, pero si presenta niveles superiores al resto de Latinoamérica, paradójicamente en un momento histórico en que Latinoamérica nunca había sido tan rica pero tampoco tan desigual.
Este modelo fallido no genera empleos suficientes y mantiene los salarios tan deprimidos que la población cruje ante condiciones de vida inhumanas. En adición, opera sin transparencia, y por tanto, sin sanción a los actos fraudulentos y la corrupción administrativa, que el presidente Danilo Medina no toca ni con el pétalo de una flor, obedeciendo a su pacto político con el ex presidente corrupto Leonel Fernández.
Solo los de la cupula del pld apoya a esta democracia que no presenta buenas cuentas, donde las debilidades institucionales se reflejan en la magnitud de los problemas diarios, favoreciendo la descalificación de amplios sectores hacia un ideario democrático que no se concreta, y que apesta a autoritarismo.

Una democracia dominicana que en su debacle ha arrastrado en su descalificación a tres elementos sustantivos que dan razón al concepto mismo de la democracia como lo son los partidos, el poder legislativo y el poder judicial.
Democracia de simulaciones, de apariencias de sus clases políticas, que demuestra palpablemente su nivel de fracaso, no ha desmontado la impunidad judicial creada por Leonel Fernández, Los crímenes siguen aterrorizando el país, en la administración pública se roban igual que antes, se aumentan los altos salarios y los sueldos de miseria se mantienen intactos, el hambre azota más que antes a los pobres; esto es una bofetada a los discursos complacientes que profundizan la caída de las oportunidades de millones.
A la par de ello, el abandono de los mecanismos convencionales de participación social, como son los partidos políticos, que aparecen como los peor calificados y con la más baja credibilidad para ser correas de transmisión de las demandas sociales, el acuartelamiento del PRD a fin de que no haga oposición, el apoyo siempre presente de MVM a los actos de gobierno del PLD y la falta de representación en el Senado del principal partido de oposicón ayudan a que en Dominicana se desarroye una democracia de saqueo, más aun “ El firmar una petición, asistir a manifestaciones o trabajar para un partido son actividades que cerca del 85% de la población no hace.”
A contramano las formas de manifestación se encuentran fuera de los cauces llamados convencionales o autorizados, la ola de protestas está fuera de esos cauces que poco representan ya para amplios sectores. La propensión tan alta a la protesta se ubica en referencia a los temas que les atañen; la disposición a la protesta está por arriba de la media, más de 5 de cada 10 estaría dispuesto a protestar dependiendo de los temas específicos.
Al final, la imagen de progreso de nuestro país nos ubica de nuevo en circunstancias de pesar; Se está acumulando un déficit fiscal importante que requerirá mas impuestos; los productores agropecuarios están quebrando aceleradamente; los comerciantes pegan el grito al cielo diariamente; los precios de los combustibles son manipulados y subidos cada día; la justicia solo existe para la oposición; en el exterior se condena a los criollos con el cierre de las oficinas de la JCE  porque no ganaron la elecion del 2012.
La debilidad de un imaginario que arrope la idea de que las cosas marchan a mejor son sustituidas por la desconfianza y la realidad de una distribución injusta de la riqueza, de una institucionalidad resquebrajada y débil, de una corrupción galopante que la democracia realmente existente no puede enfrentar.
La austeridad del gobiernos es una mentira más. La democracia necesita una virtud: la confianza. Sin su construcción, no puede haber una auténtica democracia.
Los datos que muestran los deterioros de nuestro sistema de representación son llamadas de alerta que no deben dejar de escucharse, detrás de ellos, una demanda social debe ser escuchada y atendida antes que los problemas nos rebasen del todo. 
SeguimosJuntos! 

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