Sunday, October 27, 2013

La burla del PLD a criollos en el exterior

Por: CARLOS OGANDO | Presidente Región Manhattan Norte, Ex-presidente de la JRD, PRD de Nueva York.


Los aumentos  de sueldos a los jueces y  a altos funcionarios de la Junta Central Electoral constituyen una cruel burla al pueblo dominicano y en particular a los dominicanos  residentes  en el exterior quienes hemos sido afectados económica y emocionalmente por la decisión arbitraria del presidente de esa institución, Roberto Rosario, que dispuso el cierre de las oficinas de la Junta que funcionaban en el extranjero  alegando falsamente que no había fondos para mantenerlas operando. 

"El cierre de las oficinas de la JCE en el exterior, le está causando serios inconvenientes a la comunidad". Para colmo la clausura de las oficinas es ejecutada  en un momento en que se produce en Estados Unidos un debate sobre una reforma migratoria que podría legalizares a miles de dominicanos. 

Diputados/as de Ultramar, si permiten que la Oficina de Registro para Electores en el Exterior mantengan el cierre de sus oficinas. ¿Cuál es su papel, de que sirven Ustedes?

Los millones que ahora aparecen para beneficiar a una  burocracia insaciable son suficientes para cubrir los salarios normales que devengarían los empleados de las 19 oficinas de la JCE clausuradas en el exterior,  las cuales tampoco  generaban gastos de renta en tanto funcionaban en los locales cedidos por los consulados.

El despilfarros en estos aumentos  y el  reconocimiento público de que la Junta habría obtenido un superávit de 45 millones de pesos del presupuesto que se le había asignado en el 2012, demuestran que el cierre de las oficinas en el exterior no tiene que ver con falta de recursos sino con las ambiciones personales y aspiraciones políticas de Roberto Rosario quien utiliza tal medida como un elemento de presión  para obtener del gobierno fondos y nombramientos de allegados en instituciones que le permita posicionarse para impulsar sus aspiraciones políticas.

Nadie desea pensar que se trate de una especie de retaliación de la cúpula peledeista de la JCE, ante las derrotas de su partido el 20 de mayo del 2012 en el exterior. Existe la tesis de una reacción ante el “supuesto mal trato” del gobierno, después de los servicios “especiales” prestados, para el triunfo del presidente Danilo Medina Sánchez.

Así, los dominicanos residentes en el exterior somos rehenes del PLD y de Roberto Rosario en la rebatiña que se ha desatado entre los dirigentes del PLD quienes se disputan áreas de poder y futuras candidaturas presidenciables.

la cúpula peledeista de la JCE ha secuestrado el derecho que tenemos los dominicanos residentes en el exterior a recibir los servicios que la Junta debe  proporcionar;  creando angustias entre nuestra gente que se ven precisados a hacer  gastos excesivos para obtener desde Santo Domingo actas de nacimiento, actas de divorcios, defunción, obtención de cedulas y otras documentación necesarias  para resolver cuestiones  migratorias y legales.


Solamente   la terquedad y la arrogancia de quienes se emborrachan con el poder pueden explicar  que el presidente de la JCE desoiga los reclamos por la reapertura de las oficinas  de la institución   que  le han formulado diversas instituciones democráticas y sectores organizados. 

La condenable prepotencia de Roberto Rosado es tan criticable como la actitud pasiva y permisiva con que el Presidente de la Republica, Danilo Medina, ha permitido  que una medida tan inhumana  afecte a tantos dominicanos, alegando un respeto institucional que solamente es observado cuando se trata de perjudicar a los pobres

Cierto que el presidente de la JCE ha convertido  en un cacicazgo personal  a esa entidad; cierto que el actual presidente de la Republica debe en gran medida el ejercicio de sus funciones a la actuación de Roberto Rosario, incluyendo la infame actitud que asumió el día de las elecciones donde no permitió la participación de los delegados políticos de los partidos participar en el conteo de los votos; pero si este funcionario  entiende que sus servicios para mantener en el poder al PLD merecen  que   se le otorgue una mayor cuota del pastel gubernamental,  el señor Rosario  debe escoger otro camino para reclamar al oficialismo y no el de maltratar a una comunidad que, aportando más de 4 mil millones de dólares al PIB sin que el gobierno les preste servicio básico alguno,  merece  el  reconocimiento y no el castigo de quienes  temporalmente manejan el poder público sin entender  que el futuro puede deparar sorpresas a los trepadores sociales que hoy les niegan a nuestro pueblo los más elementales derechos.

El equipo de la Región Manhattan Norte con Hipolito 16, del Proyecto República Dominicana, exhortamos  a los dominicanos residentes en el exterior a reclamar ante el gobierno que encabeza Danilo Medina a quien "incumbe la responsabilidad principal de garantizar la reapertura de las oficinas de la Junta Central Electoral en el exterior, porque se sabe muy bien que quien no reclama sus derechos, está condenado a perderlos”.

Juntos, vamos a organizarnos y a levantar ese derecho básico que merecemos. ¡Que vivan los dominicanos del exterior!
 
  

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