Por: CARLOS OGANDO | Presidente Región Manhattan Norte, Ex-presidente de la JRD, PRD de Nueva York.
Nos costará trabajo erradicar las nefastas consecuencias, del deterioro que ha sufrido el país, en las manos irresponsables que nos gobiernan.
La corporación Peledeista ha comprado muchas voluntades, empezando por un sector de las Fuerzas Armadas Nacionales, que ha permitido la entrega de la soberanía ha gobiernos extranjero.
Junto a ellos un
grupo de conciudadanos, dedicados a hacer negocios con un régimen en el que no
creen, pero que les permite obtener una buena "tajada" dentro del
festín de corrupción.
Comisiones,
equipos, plantas eléctricas, containers de comida, mercado paralelo de divisas,
bonos, empresas fantasmas, máquinas electorales, planes de construcción de
viviendas, trenes y carreteras con malos cimientos.
Todo ha servido
para enriquecer rápidamente a la recién llegada "Burguesía
Peledeista", astronómicas sumas empleadas que terminaron en los bolsillos
de unos pocos "moraditos", que están riéndose a espaldas de un pueblo
manipulado que entregó su confianza y sus sueños a una banda de hampones con
"pico de oro". Excelentes para imponer sus digresiones intelectuales
a través de cadenas impuestas en los medios de comunicación.
Han sido 10
largos años de destrucción de las instituciones del Estado, de las empresas
básicas, de la industria, de los servicios, de la producción y distribución de
alimentos, de hospitales y del suministro de medicinas, de las carreteras y de
las universidades.
Pero eso es lo
que todo el mundo tiene ante sus ojos y que lo sufre a diario, al lado de ello
hay cosas más perversas, como la destrucción moral, ética y profesional de las
instituciones y de los dominicanos, las cuales percibimos de manera indirecta.
El robo de la
propiedad privada, el desconocimiento a ese derecho es en el fondo la causa de
la muerte de una profesora que sale a protestar por la falta de agua, la
destrucción de un sistema jurídico imparcial, se refleja en el abandono legal
al que estamos sometido. La falta de moral de los directores de las
instituciones que deben velar por los ciudadanos, encuentra la mejor expresión
en el abominable tratamiento sufrido por los juezes comprado.
Las líneas no
alcanzan para señalar ejemplos, los perseguidos políticos; los periodistas
multados, amenazados, obligados a irse del país; las universidades ahogadas
económicamente y con leyes destinadas a destruir su autonomía y su razón de
ser. Las instancias creadas de manera anticonstitucional para destruir la
acción de alcaldes que no controlan.
La corrupción
desatada en grado superlativo, a costa del futuro de nuestra nación, los
atentados contra la libertad de expresión. Bajo este régimen peledeista, se han
cerrado estaciones de radios opositoras y terminaron por apoderarse de canal de
televisión independiente. Estas son cosas que hay que denunciar gritándolo al
mundo. El silencio nos hace cómplices, nos disminuye como ciudadanos y como
seres humanos.
¿Qué hacer?, se
preguntan todos, dentro de una realidad con espacios democráticos reducidos. No
creo tener la respuesta, pero luego de meditar supe que me quedaba la palabra, escrita
u oral, con ella podemos proyectar un mensaje, un ejemplo, un camino. Con el
cual ofrecerles a los dominicanos un mensaje positivo de un país que podamos
construir juntos y para el beneficio de todos.
Donde se origina el gran pecado de este régimen: ¡la soberbia! De quien se siente con poder y
con armas para situarse por encima de la ley.
Debemos
convertirnos en servidores del país, utilicemos la palabra, para generar
conciencia, armonía, comprensión y comunión entre todos nosotros.
El camino es
arduo, es un servicio por el futuro de las nuevas generaciones. Estoy
convencido que tenemos derecho a realizarnos, a ser libres y a vivir en paz.
Podemos y debemos
anunciarlo, cada quien desde su sitio, sin temor a que los fariseos del
gobierno exijan hacernos callar.
Respondió el
Maestro: "Les aseguro que si ellos callan, gritarán las piedras".
(Lucas capítulo 19, versículo 40).
Carlos Ogando
Ex Presidente de
la JRD, Seccional de Nueva York
Presidente de la
Región Manhattan Norte, PRD Nueva York
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