El ex-presidente Mejía no tiene que pedir disculpa por no quererse sentar como los maricones, por no querer hacertar en un futuro gobierno suyo el matrimonio gay; entonce, aquellos que han depredado al País, que han hecho de la Justicias una sinvergueza, una Fuerza Armada corruptas, que venden medicinas falsa, que ofrecen desayuno escolar entoxicado, que dejan que suban los precios de la canasta familiar, que suben la gasolina, los sicariados, los atracos, un gobierno ausente a lo que pasa en el País; pero bueno es loco que nos estamos poniendo; vamos a concentrarnos en los problemas del País.
En su recorrido por el norte de Los Estados Unidos de America, el Ing. Hipólito Mejía solo dijo su opinión la que cualquier ciudadano tiene derecho a decir en un país democratico, y hay que respectarla y no hacer un motivo de critica ya que es uno de los poco ejemplo de una verdadera familia cristiana, sera invidia o miedo que le tendran y ya no hay argumento para afrontarlo en las urna
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